Sobre el pánico 😱, la gestión de crisis y el oso 🐻
- Pili Chuez
- 14 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 nov 2024
En la primera crisis que afronté -un incendio- cinco personas trabajadoras murieron. Yo era asistente de Com. Interna y mi tarea fue acompañar a una pequeña hija -6 años- en el hospital, mientras su padre estaba muy grave.

Yo tenía 22 años 👉 nadie me dijo qué debía decirle o cómo explicarle la situación.
Justo cuando la niña me preguntó: ¿mi papá se va a morir? Entendí que en la crisis -y este caso, la tragedia- la serenidad no es solo una virtud, sino una necesidad.
Tuve que evitar el pánico y aprender una gran lección que fui madurando con los años. ¿Por qué?👇
1. El pánico nubla tu juicio
Hay un aspecto que los científicos llaman: Teoría de la Carga Cognitiva, la sobrecarga de información puede disminuir nuestra capacidad para procesar información relevante, afectando la toma de decisiones. Mis lideresas decidieron no darme demasiada información para no estresarme, solo sabía prioritario y necesario.
2. El pánico es enemigo de la coherencia
Investigaciones sobre el cortisol demuestran cómo el estrés afecta negativamente nuestras funciones cognitivas, disminuyendo la capacidad para tomar decisiones coherentes.
Y aquí viene lo más importante:
3. El pánico te empuja a actuar erróneamente
Hay un “Sesgo de Acción” que nos ayuda a comprender nuestra predisposición a tomar decisiones apresuradas en situaciones de alto estrés. Y esto es muy real, seguro lo has vivido: la tendencia a preferir la acción frente a la inacción, especialmente en situaciones de incertidumbre o estrés. Este sesgo puede llevarnos a tomar decisiones rápidas o a actuar sin una reflexión adecuada, bajo la creencia de que hacer algo es siempre mejor que no hacer nada. A menudo, este impulso a actuar está motivado por el deseo de controlar la situación o por la presión para responder rápidamente ante problemas percibidos.
¿Qué podemos hacer? Implementar un proceso de toma de decisiones basado en datos y asesoramiento experto para evitar decisiones impulsivas.
¿La acción que tomé ? 👉 mantuve la calma y le dije que no lo sabía. Al día siguiente le compré un gran oso de peluche. No quise/no podía responder si su padre iba a morir, pero sí podía darle un oso enorme al que abrazar para disminuir su estrés y ansiedad, sin tener que dar más explicación de la que debía, ni aumentar su carga emocional. Y por supuesto, evité decirle que sí, que su padre iba a morir. ¿Se imaginan qué habría pasado si hubiera respondido así o cualquier otra cosa parecida que en la mente de una niña tendría miles de significados?.
La gestión eficaz de las crisis exige no solo preparación y claridad mental, sino también el entendimiento de cómo el estrés y el pánico influyen en nuestro comportamiento y decisiones.
Por supuesto, la empatía también formó parte de las decisiones que tomé en esa situación, pero eso ya lo explicamos en otro artículo 🙌
En los comentarios de mi LinkedIn dejo artículos que me interesaron sobre el tema 📕. Léelos y ¡conectemos!
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